La iglesia no es adonde vamos el domingo para el culto. Es una familia, una comunidad viviente de personas que comparten la vida y que metafóricamente viven bajo el mismo techo. Una de las maneras en que esta verdad universal de la iglesia se expresa en El Faro son los grupos pequeños que se reúnen entresemana en casas.

El formato de la reunión puede variar entre grupos y semanas, pero elementos típicos serían alabanza, discusión sobre la aplicación práctica de la predicación del domingo anterior, oración y cena. Además de las reuniones semanales, de vez en cuando los grupos organizan eventos sociales.

Los grupos tienen tres propósitos. Primero, que cada persona crezca espiritualmente. Entre otras cosas, el grupo pequeño es un lugar excelente para aprender a ejercer dones espirituales, porque da menos miedo que la reunión dominical. Segundo, estrechar los lazos que nos unen como comunidad. Cenar juntos en casa ¿acaso no es un aspecto normal de la vida familiar? Y tercero, alcanzar a nuestros amigos. Nuestro deseo es que los grupos no sólo miren dentro sino también fuera, porque la familia de la iglesia está en misión.

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